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miércoles, 23 de octubre de 2019

Pas le temps. 27/09/2019

Temo el cambio, por eso mismo lo persigo. Se me escurre y, aunque sea obvio su discurrir, no lo asimilo. Me gustaría escribirte una carta querido y despreciado cambio. Tu me traes el crecimiento pero también la muerte. Cada vez que nace alguien experimento lo mismo que cuando alguien muere. Un suceso que irremediablemente marca un antes y un después. Que nos recuerda que pas le temps y es inevitable. Trato de aferrarme al instante lo máximo posible, me culpo cuando no lo logro, cuando mi mente se evade y no está en el ahora. Aunque a veces esto sea necesario. No estoy segura de lo que es estar presente. Han habido experiencias que he creído percibir mejor cuando las he rememorado poco después. Cuando escribo me siento más ahora que en ningún otro momento. Es así como amo la vida y me emociono.

jueves, 10 de octubre de 2019

Road to nowhere. -Cartas a Matilda.-

http://www.ericdrigny.com/

Eres tan tú ante mí que lo siento como un insulto. El problema será mío, por juzgar en ti lo que también hago cuando nadie mira. ¿O es acaso una muestra de respeto no mostrarlo ante el otro? O una muestra de hipocresía. En cualquier caso, tu naturalidad, tu espontaneidad infantil sin normas, tu despreocupación de la imagen que los otros se forjen de ti, me aterroriza terriblemente. Tanto es así que huyo. Sí, me voy. Esta es la carta de despedida que leerás cuando despiertes y no haya nadie. He dejado café preparado, quizá lo estés tomando ahora. ¡Qué paradoja! Yo que pensaba que no era el atuendo ni las manos lo que miraba en alguien, quién fuere. No soporto el hedor, y me duele escribir esto. A ti, que mente tan racional y cultivada muestras. Puede que esté siendo injusto y superficial. Entiendo tu sorpresa y créeme que comparto tu decepción y tristeza. También a mí me duele ser así. Aspirando a imposibles, persiguiendo lo que no llega, despreciando lo que sí. No soy capaz de valorar lo bueno que hay en ti, aunque esto sea inmenso. Creo, con honestidad, que da igual como seas. En el hígado y en la epidermis, a mí no me valdría. No me valgo ni yo. Aspiro a la muerte, y lo demás me parece accesorio. El amor me fascina cuando no me toca. Como Pessoa, sueño que amo y es este amor el que siento como verdadero. Te acercaste demasiado y se desvaneció. Lo siento. ¿Qué siento, Matilda? El dolor de un alma que ama la vida pero no puede corresponderla. Aunque sea duro y asqueroso por escribirte esto, es para mí un hecho que seguiré amándote en la distancia. Incluso, es probable que así te ame más. Cuánto menos te palpe y menos te sienta. Podré soñar que te veo como se imagina uno paseando por París o visitando Barcelona. Ya sabes a lo que me refiero; la magia se rompe cuando aterrizas; el bullicio, la muchedumbre, la prisa, el ruido... el ruido. Me generas ruido, Matilda. Sé que no lo haces a mal, que es tu manera de amar. Puede que sea humano y sano amar así. El corazón se me enreda en la garganta cuando un otro entra con la intención de quedarse. Necesito aire. No. no estoy del todo seguro de lo que necesito. Pero me asfixian tus brazos.
Ya sé que vas a odiarme. Al menos estos meses hasta que asimiles que soy un capullo bohemio que ni te merece. No voy a dejar de escribirte. Me odiarás más. No lo hago por hacerte rabiar. De verdad. No hace falta que leas mi correspondencia. Puedes apilar las cartas en alguno de los estantes del estudio y reírte de mí cuando estés preparada. Es extraño, pero cuando te escribo me libero de la sensación de sentir el peso de mi cuerpo. Quizá ni si quiera te deje esta carta. Quizá me vaya sin avisar. Pero seguiré escribiéndote aunque no sepas de mí. Soy honesto cuando te escribo y las palabras vuelan,

Cuídate, niñita. 

miércoles, 14 de agosto de 2019

_Palabras


Nos metimos en el mar
a nadar
como dos desconocidos
que se acaban de encontrar

Lo vi claro,
la poesía está fuera de sí

Aquí,
en la inmensidad del agua que no vemos
en el susurro del viento que nos roza y trae olas
en las miradas
que revelan tormenta
o algodón
o azúcar

¡AH!

Hay quien se esfuerza por tratar de enfrascar la sensación suprema
en un poema
pero esta va más allá
aunque el edulcorante de las palabras eleve,
la vida nos supera.


miércoles, 26 de junio de 2019

No lo mencionaremos. (2018)

Nos encontraremos a las 11:00 en el pub del piano y el tabaco. Nos veremos dentro, en la mesa de la esquina dónde todo lo que se observa pasa tan desapercibido como quienes allí se sientan. Si te preguntan -si me preguntan- diremos que vamos, que estamos, que estuvimos soñando toda la noche, en la cama dónde siempre no pasa nada. Después de tomar dos copas de vino cada uno, de haberte fumado tu puro y saborear la alegría de la huerta. Después. Después de estarnos perdiendo la vergüenza, de hablarnos con franqueza y de  destaparnos las enaguas de las apariencias. Cuando tú seas tú y yo sea yo, nos iremos a bailar las penas. Te acercarás a mis caderas, bromearás con ellas. Una cosa nos llevará a la otra y luego estaremos en la habitación x de un hostal cualquiera. Escuchándonos los silencios, ahondando en ellos, besándolos. Sin necesidad de darnos esperanza, sin necesidad de engañarnos, sin ropa. No te pediré que me beses las heridas, ni lameré las tuyas, porque para entonces ya olvidaremos tenerlas. Cómo si toda una vida acabara de nacer en ese momento y no existiera nada más que la esencia de ese instante. Cómo si no fuéramos tú, ni yo, ni nosotros, cómo si  el universo concentrado en esas cuatro paredes, en esos 5 segundos, en el clímax.
Luego lloraremos de alegría. De vivir en lo surrealista y de permitirnos sentir la vida un ratito. Luego. Luego tus manos sujetando las mías en la bañera. Luego recogeremos el desorden del frenesí. Acordaremos acompañarnos hasta la puerta y una vez allí tomaremos andares diferentes por sentidos opuestos. Tú te irás a la izquierda y yo torceré a la derecha.







Amantes
Sueño
Realidad
¿Qué será?
Si la vida es sueño 
y los sueños
sueños son
Lo que pasó
Lo que no pasó
Amor
Mentira
Romance
Indiferencia
Pasión
Sueño
¿Qué fue? 
¿Fue?

Os he estado esperando. (2018)



Supe que desprenderme de aquel lugar no sería tan fácil como irme. En efecto, me fui, pero la sensación que me provocó la partida perdura en mí, de la misma manera que la picadura de abeja en alguien que no se ha percatado de que ha sido picado y que lleva el aguijón tranquilamente por ahí.

El día está triste y frío. Llueve y me regocijo en su tristeza. No dan ganas de salir de estas cuatro paredes que son mi  vida. No solo me alegra las gotas que caen y limpian la ciudad, también aquellas que desinfectan la pena y hace que huela a Tierra mojada y cosas que están por nacer. 
Las palabras han vuelto a mí, han vuelto como las quiero. Y yo, bajo esta lluvia sanadora, no he podido hacer otra cosa, más que invitarlas a pasar.

Hay días en los que no ver a nadie se me antoja como algo exótico.






sábado, 20 de abril de 2019

Reflexión a la nada.

Hace 5 días las redes se llenaban de estados en los que se denunciaba que le prestásemos caso a Notre Dame y no al resto de situaciones azules que se suceden cada día en el mundo. Y aún todavía.

Con amor, para los que hacen en silencio:



Me puede doler que se queme una catedral
Al igual que me puede doler que se queme un bosque
Que se talen arboles para alimentar animales que terminaran siendo sacrificados para el desperdicio y el exceso humano
Me puede doler que haya hambre en el mundo
Me puede doler la señora tirada delante del supermercado pidiendo comida
Me puede doler ser consciente de que mañana volverá a estar ahí tirada
Me puede doler perder las llaves, el móvil, la dignidad en una mirada

Me puedo doler yo
lo que no dije
lo que sí
lo que no hice
lo que soy
lo que no soy

las palabras


Así que si Notre Dame se evapora
y yo quiero llorar
¡dejénme, coño!
No me echen en cara
desde sus pantallas
todas las cosas por las que no lloramos los que lloramos cuando pasa algo por lo que queremos llorar
de impotencia
por no poder hacer más

No culpen en genérico
no digan "miren, todo lo que no hacen por este mundo"
"todo lo que no ven que también es triste y está pasando"
¡Qué sabrán ustedes!
Yo no sé nada, pero me basta para saber
que no se puede hablar en genérico
que cambiar el mundo se hace de apoco
desde el particular de cada uno
y no desde vociferar berridos a la nada

No puedo darle de comer a todo el África
Hay noticias que no vemos porque no nos llegan con la misma facilidad y no porque no queramos verlas
-aunque en el fondo no querríamos saber nada-

Nadie aquí es Dios


Solo puedo aportar
hasta donde hoy llego
que quizá
mañana
sea más,
pero cuando París arda, no se quejen a la nada
Si en verdad buscan el cambio y no la queja o aparentar superioridad moral
Compartan en el cotidiano
aquellas realidades que a ustedes por dentro les mata
hacedme/hacednos conscientes
liberadnos de la ignorancia
generen el debate en el día a día
cuando parezca que no pasa nada
porque será desde ahí
desde dónde más nos harán pensar
y desde dónde mejor
podremos
-si es lo que ustedes, que se quejan tanto quieren-
recibir las ganas, la motivación, la información
para tratar de transformar este mundo en algo mejor.

Yo no soy esa,

  Artist: Brett Allen Johnson Yo no soy esa. Bueno, sí sigo siendo Pero sin ser. No sé si me explico; Soy y no soy Sigo y no sigo siendo es...