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domingo, 27 de diciembre de 2020

"¿Por qué lo compró?"

 

Vista en Robert Richardson photographing France
Autor: Lluis Ripoll Photography
Cuadro: Olympia, E. Manet, 1863




/Aquel cuadro/ miraría a Enric cómo nadie podría hacerlo jamás. Ni sus deseadas féminas, ni la más casta mujer que se decidiera a soportar tremendo esperpento. Ni tan si quiera como aquel viejo perro fiel que le dejaron sus padres. Aquellos ojos desnudos en aquel cuerpo terso y sensual le mirarían así por la eternidad. Ni muecas extrañas, ni enfados, ni indiferencia, ni arrugas. Al extrañar una piel sin ropa seduciéndolo, al caer en su memoria el anhelo de un ser joven y bello deteniéndose a observar a aquel ya flácido hombre, allí estaría su querida Venus, esperándole en un rincón de la gran casa junto a un florero, o en un trastero, o en un museo de París. Aguardando, cómo aguarda él, a ser vista para sentirse existir.

¿Quién dijo lágrimas?


 Poco se habla de ellas (¿es, en verdad, -alegría- la palabra?). Cuándo, al igual que con la tristeza, el ser se estremece tanto, es zarandeado en lo hondo con tal intensidad, que para poder seguir en pie, que para poder seguir, se deshace. Entonces uno sabe que la causa del inevitable y cuasi involuntario -ejercicio- de mar y sal en los labios, es honesta y real. Y que llega como el agua a la profundidad de las raíces de los árboles más altos y longevos. Nutriéndolos, dándoles más vida, como una tarde tranquila o un rayo de luz. 


viernes, 23 de octubre de 2020

Todas las veces son la última. / Retales

Kara Rosenlund


Adoré ver tu nombre llamándome. Querías que te leyera un fragmento de ese libro que digo que llevo tres lustros leyendo -aunque sólo haya revisado una página en lo que va de año.- Disfrutaba así, entonando mi voz en aquel cuarto vacío, sabiendo que al otro lado había alguien embelesándose al escucharme. Habían ratos en los que dudaba que aún estuvieras ahí. ¿Se habrá cortado la llamada? ¿Se habrá quedado dormida? ¿Estás ahí? 
"Sí"
 Me pedías que siguiera, y entonces yo volvía a entonar como nunca me enseñaron en la escuela, con el placer del que disfruta cada palabra por su melodía y su color. 
"¿Cuándo vendrás a verme?"
"No lo sé, ¿quieres que pare de leer?"
Te echo de menos, gracias por tu voz y tu tiempo.

El alma de los espacios y las cosas. {Fragmento de diario} Julio, 2020


http://boemarion.com/
So it goes Magazine18. 
Photographer Boe Marion.

Este lugar que antes era tan pobre, sucio y denso, ahora desprende bienestar. El alma de las cosas que lo conforma ha cambiado, porque también lo hemos hechos nosotros. Hemos sacado lo que no servía, limpiado las esquinas, arrancado la mugre de las paredes que hoy lucen blancas y llenas de vida. Y es curioso como este reciente entorno, cuidado y hogareño, nos agradece su depuración provocando mayor sensación de plenitud y confort en nosotros. Al -estar-, al -ser- aquí, aumentando la intención, la emoción, la necesidad que nos llevó a moverlo todo y, en definitiva, potenciándola, potenciándonos.

El alma de lo que nos rodea es un reflejo del ser.  No solo la arquitectura del medio en el que pasamos la mayor parte del tiempo nos condiciona y moldea, también los pequeños detalles con que decoramos un espacio. Los ambientes que creamos mediante el color, las texturas, el tipo de luz, las plantas o los dibujos y pinturas. Lo que elegimos que habite con nosotros o no, aquello que permitimos que esté o no, es muestra de nuestros estados internos, de como somos. Igual con las personas, igual con lo que elegimos comer o vestir.

Y creo que esto puede manifestarse no solo en lo mencionado y en como nos sentimos al respecto, sino también en como actuamos; provocando el despertar de pequeñas acciones. Por ejemplo: vivir en un espacio limpio y ligero -puede- sacudir la responsabilidad de cuidar los entornos por los que se pasea, de percatarnos de lo que sobra y de quitar la basura que se encuentre allí dónde se esté. De no permitir que eso quede ahí, formando parte del alma de ese paisaje, de lo que uno es.


Also by Boe Marion.

jueves, 22 de octubre de 2020

Pasó por aquí.

Henri Cartier-Bresson


I.

Sol de mí

querer frenar

lejos 

correr

huir


Sal 

que brota 

el miedo y

me hago mar


Sol de mí

porque sacarte

no puedo


ni apartar 

la alegría


de estos luceros

tan encendidos

con tu existir


Sol 

de mí 

cada vez 

que te veo

venir

(octubre, 2020) 


II.

Luna de miércoles 

Fuiste cal 

Sal

Saliste 


Ido

Ida 

Sal 

sacada


Sol de mí 

Porque lección aprendida 

Mar sal sanador 

Y bien por venir 


Y gracia 

por idos irnos 


A vivir lo que nos toque

rayos de luz 

en el alma 

Sinfonía

en la mirada.


Sol de mí, 

adiós, 

gracias. 

(junio, 2021) 

lunes, 7 de septiembre de 2020

Puedo describir


Puedo trazarla
descifrar en palabras 
la mirada 
en la que sucedió
Tratar de traer al ahora
la sensación, 
el calor

de un gesto que ocupa
todo el cuerpo
y lo recarga

pero no habrá manera
no se podrá igualar
a vivir
el cariño
de una otra carne
deslizarse
por la piel 
erizada




lunes, 27 de julio de 2020

Las flores y sus batallas. /O como -no- domesticar una flor.

Boe Marion 


El ranúnculo me removió,
quise que fuera
indiferencia
pero estaba allí, ante mí
y yo tampoco me moví

Comencé a fijarme en la caída
de sus hojas
en su amarilla presencia me embelesé

"tiempo" no existía al mirar la flor

Entonces la probé
y me pregunté
si me miraría como yo la miro
ella
a mí
también

Pronto me vino el veneno
Sentí las hortensias crisparme el ser
El odio se apoderó de mí
taladré el único espacio que poseo
con bulla

No se inmutó
no dijo nada
más que la brisa
meciendo
sus pétalos

Quise irme,
dejar de verla, pero
sin embargo

seguí
allí

observando el movimiento
de sus colores
ignorando las stretlitzias
y los girasoles

sin cielo
ni mar
ni tierra

sin sentido y sin sentir
la fresca hierba
entre mis dedos

Cuando hube recogido todas
mis necesidades vitales del suelo
mi espíritu
mi cuerpo
mi mente

el ranúnculo
seguía
allí
sin verme
pero ya me daba igual
me era indiferente

me fundí con el barro
admiré su doloroso dulce
siempre viejo y sabio

paisaje.


domingo, 19 de julio de 2020

Breve recordatorio.

Ansel Adams

Las palabras son eso, palabras.
Ni el acto, ni la emoción, ni el sentimiento Ni el sol recargando el cuerpo, ni la brisa que atraviesa.
Mapas: un papel ligero, fácil de perder, de desechar, de romper que no es el suelo que pisas ni la mano que lo sujeta ni el árbol que crece
Qué puede resultar que lo estés mirando del revés y estés en París pensando que es Vienna
Como el molesto ruido del televisor encendido que no da señal
La bendición es el cuerpo, aprender otras maneras de comunicar;
la energía, el mirar
el estar, el hacer, el dedicar

que rompen con el engaña bobos hermético, voluble y vacío de la voz que entona vocablos
Esas otras maneras de hablar las que de verdad otorgan las que hay que cuidar.




martes, 14 de julio de 2020

Escribí esto el otro día durante el insomnio.



LAS PERSONAS QUE ME GUSTAN

Me gustan las personas sensibles que se trabajan, que se toman el tiempo de ver sus sombras y de entenderse. Que entienden la asertividad y la practican. Que procuran ser cada día mejor humanx y estudian la manera de lograrlo. Que se esfuerzan por amar la vida y la aman, muchísimo. Que ríen y le quitan hierro a las situaciones que de tontas, tensas. Que no se enfadan por cualquier cosa o que el enfado les dura menos de 10 minutos porque saben que eso es perder el tiempo y que amar es lo importante. Que saben estar ahí y abrazar cuando lo necesitas. Que no esperan por nadie ni les piden a otros que les esperen. Que se implican. Que son responsables de sí. Personas que no andan mirando atrás mientras caminan. Ni con prismáticos al mañana. Que viven el ahora intensamente pero con claridad de lo que quieren. Con visión de construir y de sembrar. Personas que no esperan que alguien cambie su vida a mejor porque saben que no funciona así. Que su vida, que su felicidad, que su pasión, emoción y alegría dependen -en gran parte- de sí mismos. Y que tienen claro que si olvidan esto, estarían vinculándose con otros desde la carencia y el victimismo. Que saben estar solas, darse su lugar,  lo que les gusta, lo que quieren, lo que no. Porque se han tomado el tiempo de hacerse preguntas, de conocerse, de saber quién son. Que ponen límites, conocen su valía personal y que no aceptan menos de lo que están dispuestas a dar. Personas que no temen amar, abrirse, bailar, mostrar las heridas, mancharse, intentarlo. Ser transparentes y auténticas. Personas profundas que lloran, ríen y van a terapia.



lunes, 25 de mayo de 2020

Play it slow and forget


Es mejor dejarlo 
allí 
donde no podamos tocarlo.
En los estantes más altos, al fondo, 
detrás de las cajas de cereales y las reservas de lentejas.
Ahí dónde se nos olvida.
En el cajón 
del armario del salón donde sólo miramos 
cuando hemos perdido algo o necesitamos una pila.
Dónde no lo veamos.
Envuelto en papel de regalo 

en un desván que tan sólo visitaremos 
cuando no nos duela en absoluto
o cuando nos duela demasiado
Tampoco es buena idea deshacerse de él

fingir que no fue
Ni se le ocurra desintegrarlo en una mirada, 
en una calada
en un roce, en una caricia, 
algo siempre queda
eres tú
Cuánto más lo reconozcamos, menos demonios
aunque no lo miremos
es nuestra responsabilidad llevarlo encima
darle un sentido, transformarlo y, sobre todo, 
sacar el polvo, 
limpiar la casa 

{Bibio - Petals}



domingo, 17 de mayo de 2020

Los hombres que admiro.


Picture by Bruno Bourel


LOS HOMBRES QUE ADMIRO

A ti, que eres de otra sangre 

pero has estado ahí para enterrar a mis muertos

Que has cargado con el peso en tus hombros
Has dado presencia, has sido aliento
Muestra del gran - saber estar -
del cariño natural y auténtico
de este ser aún tan primitivo y animal

No has pedido nada a cambio

Queriendo poner de ti
has abrazado, soportado días tediosos

con la más amable y honesta mirada

Conocer hombres, seres como tú
Me da ganas de existir
De confiar en el amor y las bellas almas
De no abandonarme y mantener los valores
Aunque tú no lo sepas
soy tímida bajo la apariencia, reacia al mundo
Y temo que no comprendas
Aunque tú no lo sepas
Gracias 

Dedicado a L.M.V.R. y a su preciosa familia. 
Gracias por ser luz.

jueves, 23 de abril de 2020

Living in old houses. - Cartas a Matilda.


Picture by Morten Lasskogen

Siento que en la casa habitan olores de personas que ya no existen. Estuvieron aquí por mucho tiempo, supongo que es normal que el incienso no lo elimine. He pensando en las paredes. En cuándo habrá sido la última vez que las pintaron. Y en las puertas tan desgastadas, en los pomos, en los dinteles. En todas las respiraciones que han penetrado en los muros. A veces es incómodo entrar y sentir un ambiente ajeno. Es como si viviera en la casa de otros. Supongo que en parte debo aceptar que es así. Y en miedo de todo están mis cosas, intentando hacerse un hueco. Puede que en los otros lejanos sitios que habité sucediera igual, pero este olor de años es demasiado rancio y fuerte como para ignorarlo. Paso mucho tiempo aquí.



lunes, 20 de abril de 2020

Acepta el dolor. - Cartas a Matilda.



Artwork by Takato Yamamoto Opere

Mira, la vida es dura. Con decirte que su fin es la muerte, imagínate, ¡qué cosa más macabra! El dolor que sientes no se te va a ir. Tendrás que aprender a vivir con él. Lograrás hacerlo chiquito muchas veces. Olvidarte de él como te olvidarás de mí. Y aún así habrán días negros revueltos de despedidas y de desear no haber nacido. Es parte de este juego. Sonará esa canción y volverás a odiarme como si no hubieran pasado 5 años. Yo también te odiaré a ti cuando vengas a mi mente sin buscarte. Me preguntaré dónde estás, igual que me lo pregunto ahora. Y maldeciré mi memoria, los días que se fueron y la madre que te parió. Joder, ¡qué malhablado! Pero es así, tú bien lo sabes. Al rato se nos pasará la rabia putrefacta de años sin superar. Sonará otra melodía, miraremos el atardecer. Pensarás en lo que vino después de mí. En el viaje a Nicaragua. En lo que callas que ni falta te hace decir, porque ya lo revela tu mirada de vieja experimentada. No te quiero decir con esto que me echarás de menos. No. Te daré igual en un tiempo. Esconderte por temor a sufrir no te salvará. Llevas la pena dentro de ti, en tus ojos; la vas a ver en todas partes, aunque huyas. Quiero invitarte a que pienses en esto. A que te enfrentes a lo que estás sintiendo desde la aceptación. Y a que confíes en que, aunque la vida sea una mierda, habrán otros días, instantes, hermosos, por los que creerás que ha merecido la pena soportarte.

Página de diario. En el confinamiento. 16/04/2020


{...} 

Llevo días sin responder al whatsapp. Ha pasado un mes desde que estamos confinados. Ayer, tumbada en la cama, antes o después de leer, miré el vestido de flores colgado del perchero blanco.  Le daba la luz de las 7 p.m.  . "Qué bonita es la vida" sentí. Me emocioné pero rápido corté el llanto. La incomprensión del instante de comprensión me pudo. Los pájaros cantaban fuera igual que cantan ahora. Faltan 14 minutos para las 7 p.m. de hoy. Pero esta vez estoy en el estudio y el día está nublado. No hay dos días iguales. Ayer, o quizá antes de ayer -he perdido la noción del transcurso-, subí a la azotea (doy gracias por estar dónde estoy). Descubrí el rincón más alto y menos transitado en la historia de mi casa. Vistas directas a la montaña. Un ave soltó algo amarillo que cayó en mi rodilla -mejor no saber qué era.- Preferí pensar en los pájaros. En cómo debe ser serlo. Volando de un sitio a otro. Regresando a los lugares favoritos pero descubriéndolos distintos. Apreciando las diferencias de las hojas. Percibiendo la rama en la que se posaron tantas veces como otra. Ellos no distinguen jueves de viernes, pero sí notan la quietud y el calor transformándose en humedad y frío. La rama ha dejado de ser verde y acolchada. Se van. Regresan. La misma rama ahora es violeta y pomposa. Saltan al vuelo y nunca dos instantes son iguales. Ni tan si quiera una hora seguida de otra; el sol se mueve, el aire cambia, más fuerte, menos notorio. ¿Nos damos nosotros cuenta de esta verdad? Morimos en cada respiración. Lo que viene después es un constante "otra cosa." Nada es dos veces lo mismo, aunque se le parezca. Me da la sensación de que no. De que vivimos sin ser contemplativos, dejando los días pasar. Lloré, esta vez sí. Quieta, frente a la montaña indiferente dónde la tranquilidad de los pájaros baila. Ojalá ser y sentir tan libre como ellos. 
{...}


{Hirahi Afonso - Tres quarts (Feat. Feliu Gasull y Sílvia Pérez Cruz}



lunes, 6 de abril de 2020

La cárcel está dentro.




He vivido confinada los 24 años de mi existencia
No me he dado cuenta, ni tan si quiera ahora que lo escribo
Apenas alcanzo a entender
Me corroen las emociones que no pensé me habitarían
Descubro una extranjera en mí misma, ausente por el ruido
como mendiga anhelando distracción y olvido
Duele mirar
Un pozo oscuro lleno de vacío
No quiero moverme
No quiero hablar con nadie
No quiero ni las cosas que pensaba que quería
No lo sé
Cerrar los ojos y que vuelva la bulla
Imposible
Hacer las paces con lo que no entiendo
¿Se puede?
Dormir es más fácil
Pero hasta en sueños me perturba el desequilibrio infundado por el miedo
A vivir mi presencia
La rechazo
Despierto con la ansiedad estrangulando la tranquilidad
Los escalofríos son de la pena que procuro no dar pero me causo, soy mi mal
Aún no he muerto
Pero me duelo;
yo
contra mis demonios

¿quién sobrevivirá? 

¿quién se liberará? 

martes, 31 de marzo de 2020

Flowers will grow

By Em Niwa



Un invierno sin lluvia. Eso he sido. Por más que traté de sacarlo. Pese a mis intentos por provocar la lágrima, nada. Pero ya ves. De pronto se para el mundo, suena una melodía, estás cenando, y sin saber muy bien por qué, es primavera y diluvia. Da igual lo que haya provocado la grieta por la que ahora lava. Lo que importa es el impulso que da. La tierra mojada en su punto, preparándose para fertilizar. Dos meses atrás estaba yerma y ciega. ¡Tú ves que todo pasa por algo! Y que atraemos a nuestra vida justo aquello que necesitamos. Aunque eso sea una tormenta para el alma. Es verdad, ¿o no? Ya sabes lo que creo. Qué es mejor recoger tus cosas; mirar al desorden y no pensártelo mucho. Eso me digo. Barrer dentro, echar fuera la calima que dejó el cuarto revuelto. Y reinventarse como las Jacarandas.






sábado, 28 de marzo de 2020

Recuerdos



Es tan inocente que me sonrojo. La luna llena asoma en el horizonte de la noche. Entonces salgo corriendo de mi habitación y les chillo a todos: "¡La luna, la luna, vamos, vamos, daos prisa!". La mayoría de las veces los quehaceres no son tan importantes ni la pereza supone un freno. Y los cuatro con toalla en mano andando a la playa. ¡Qué emoción el camino! Qué alegría más pura al sentir el pie desnudo hundirse en el frescor de la arena. Correr como niños. Meternos en el mar con ropa y sin ella. Sentados en silencio, observando el movimiento.

También así en Ortigueiras,  parados tres, viendo una tormenta entre montañas. Tarareando canciones inventadas, jugando a construir cosas con palos y ramas. Llorando en cementerios ignotos. Cantando al olor del eucalipto que arde en el fuego que nos cobija. Danzando la alegría de existir. Rodeados de árboles inmensos.


He sido tan feliz bailando para otros. Observarles como a la luna o al fuego. Tocando sus caras con cariño. Sintiendo cada roce respetuoso y sutil recorrerme sin pretensiones. Buscando constelaciones en una mirada. Ayudándonos a recordar así que estamos vivos y que alguien nos ve. Que, si defino el amor con el corazón en la mente y la mente en el pecho, sabré admitir que se parece a todo eso.


{Pink Floyd - Shine on your crazy diamond}





domingo, 22 de marzo de 2020

Medianoche - Cartas a Matilda




Han habido varias noches en las que he sentido un miedo terrible. "Hay fantasmas en la casa" Pienso. Y de veras que lo siento. Lo que hago de normal es no hacer nada. Me acurruco muy fuerte entre las mantas franela y me acuerdo de ti. Te pienso arropándome en un abrazo. No sé si esto funciona, en verdad creo que no, pero me distrae de mis demonios. Me inspiras seguridad. Aunque seas un ser asustadizo en lo hondo, procurabas hacerme sentir protegido, y así te recuerdo. Hablar contigo cada día, escuchar tu voz nasal y chirriante. La dulzura que mostrabas.  Te informo: los espectros siguen perturbando mi tranquilidad cada vez que miro con ganas un espejo. Dejé de pensarte hace un tiempo. Tú sabes bien por qué. Ahora vuelves a mi mente porque mis manos están vacías y los monstruos son tan grandes que necesito salir de mí para hacerles sitio. No quepo en mí. Matilda, eres una excusa para escribir, para escucharme. Así que aprovecho para contarte que estoy en medio de una batalla. Me estoy desangrando. No a cualquiera siento el impulso de escribirle. La última vez me enamoré muy rápido y mucho, pero no he sido capaz de escribirle nada. Volátil y desconocida. A ti te conozco. Nos hemos ayudado en las malas, hemos compartido en las buenas. Nos hemos perdonado los días de ir con prisas y no mirar a los ojos. Me has visto llorar como un niño, me has dado calor y clinexs.
Ya no estás en mi vida. Estás a lo lejos. Me he dado cuenta de que no sé amar. Pensaba que sí. Observo el reflejo de mis pupilas, no aguanto tres minutos sin romperme. ¿Quién es ese desconocido que me mira? ¡Mira! ¡Qué absurdo, eh! ¿Cuántas veces te hablé del error de ir por la vida mirándonos para otros y no para uno mismo? Pues así estoy. 

miércoles, 5 de febrero de 2020

Biodanza en una tarde de tormenta.




El sonido rabioso de los truenos mezclándose con la lluvia y la 
música que allí dentro resuena
La belleza del rayo que se observa en la ventana, tras 
dos seres que danzan su esencia
El metro pasando debajo, nuestros pies vibrando
Un cuerpo que con su mano roza y se desliza por su mejilla
Suena Astor Piazzola, Milonga de Angel
El alma
Hechizada
De pureza y eternidad
Movimientos de quietud y delicadeza en el éter 
dan paso a intensidad, golpes de energía que se mueven
Miradas concentradas olvidándose de sí
Sintiendo la vida como un baile
Sintiendo la vida
Suaves, salvajes
Los cuerpos muestran su fuerza, nos contagian
¿De qué, dios mío?
¿De qué?
De vida
¡De vida!

sábado, 25 de enero de 2020

Anti-Oda al petimetre. 22/06/2016

Bomhead, Bruce Conner

¿Qué harás cuando huelgue 
el paso del tiempo en tus carnes,

y ya no puedas presumir de lo innato 
que se deshará de ti
de la misma forma en la que te fue dado?

De qué te valdrá entonces
el haber tratado de esculpirte vanidades,

la tarjeta de crédito, las disputas,

la mentira verde que vomitan tus labios. 

Naturaleza viva que se está pudriendo,
dime, a qué árbol te arrimarás
cuando hayan pasado tus primaveras

y saluden, a lo lejos, las calaveras
del rechazo. 



Ahora asume tú que se voló nuestro tiempo. 2019


Tu mirada me grita que no te olvide mientras tus palabras me piden distancia.
Mira, chico, el día de mañana es incierto. He aprendido a quererte como a un hermano.
Vendrás a buscarme con tu empeño de años, dándote cuenta al fin de la inmadurez que te hizo perder la oportunidad, y será tarde. Lo sabes, ya la has perdido. Pero habrán otras con otras féminas, no te preocupes que las habrán. Quizá no alberguen la misma alma soñadora que esta compatriota del cosmos lleva en sí, pero serán divertidas y complacientes y sabrán hacerte el amor sin que temas.
Auguro una noche tras el frenesí, con el cansancio de la madrugada aún en los ojos; tratarás de hablar de tus más íntimos secretos, quizá hasta desveles alguno, pero no tardarás en asustarte, pues no cualquiera está preparado para desentenderlo todo al tiempo que acepta la incompresión de la vida. Sabes de lo que te hablo. Puede que mañana estemos muertos y nada de esto importe. Tu me pides recuerdo y futuro. Una oportunidad que no nos pertenece porque seremos otros. Sólo te pido que silencies tu necesidad y tu ánimo por tenerme a la espera de un porvernir incierto. Hace tiempo asumí que tu encanto tan solo me lleva al arrepentimiento.

Junio, 2019

viernes, 17 de enero de 2020

Mucho azúcar.



Mira, joven, ya sé que no has preguntado, pero te lo diré. Tan solo una vez he sentido el impulso irremediable de cambiar mi destino por alguien. Y te aseguro que uno, cuando lo siente de verdad, no se cuestiona si hacerlo o no. Uno simplemente coge y lo hace. Cierto es que mientras anda haciendo la locura uno se percata de la tuerca que le falta. Pero no se le da excesiva importancia, las ganas superan los peros. Superan hasta a los miedos. Uno va, no con piernas que se alternan una y luego otra, no con brazadas ni dejándose llevar por la mar mientras se imita una cruz inexistente, ni tampoco con la mente de domingo y siesta. Uno va, sí, uno va acercándose con la energía que lleva dentro, con la cabeza a flor de piel avalanzándose con todo su ser a la posibilidad.
Cuando el otro coincide en el sentir: erupción de volcanes, lava y terremotos, torbellinos de alegría inefable provocan la sed. La intensidad se percibe en la mirada y en aquello que hasta ella llegue. El destino deja de ser un lugar al que se planeaba llegar desde un origen ya lejano, pasa a ser un presente -un regalo-, un tú.


  1. 2019? 2018? Who knows

sábado, 4 de enero de 2020

2017 fue un año intenso.



Vivimos sumergidos en una época que parece hacernos sentir que para todo llegamos siempre tarde.  En un mundo en el que “está todo inventado” “está todo pensado” y “está todo dicho” uno se cuestiona ¿y qué hago ahora yo? ¿qué aporto?  Nos desesperamos por dar más, ser más –y no menos, nunca menos.- asfixiados por el miedo narcisista a fallar. Y así, nos ofuscamos en la rutina y las expectativas que el mundo exterior focaliza en cada uno de nosotros. Acorralados en la ansiedad del yo del mañana, del futuro, olvidándonos del yo del ahora. Dejando de lado, casi sin ser conscientes, lo que somos y lo que queremos ser realmente, por suplir las expectativas de un mundo podrido que ha olvidado su naturaleza, que ignora su pasado. Pendientes de las fechas marcadas en el calendario como “importantes” –navidad, cumpleaños, semana santa-, plazos de trabajo, etc. Mientras la vida sucede, mientras todo pasa y nos vamos desgastando. Y vemos con indiferencia las guerras, y el hambre y todo lo ajeno a uno mismo y a su entorno. Pero en nuestro interior es inevitable saber, aunque sea de forma inconsciente, que no estamos siendo, sino fingiéndonos ser, con la ya típica máscara del individuo del s. XXI. Este caracterizado por la prisa y todo lo anteriormente nombrado.
Y, sí; “vivimos sumergidos en una época que parece hacernos sentir que para todo llegamos siempre tarde." pero, paradójicamente, vivimos esperando. Sin querer ser conscientes de ello, lo hacemos. Esperando a esa entrega de un proyecto que nos satura la mente, al cumpleaños y su fiesta de celebración, o a la navidad y el caos de las compras y la gente y el agobio, y “qué pasen ya estas fechas.” Esperamos a que se sucedan mientras estamos envueltos en ellas, y ajenos a uno mismo, en nuestra burbuja de quehaceres. Postergamos lo que realmente querríamos hacer “para cuando haya tiempo.” Y los calendarios van pasando y acumulándose año tras año en algún rincón de la casa que ya mira con indiferencia como nada cambia. Y seguimos, ilusamente, esperando no solo a que lleguen y se pasen esos días y con ellos el nervio que provoca aguardarlos, sino, lo que es aún más triste, vivimos esperando “a tener tiempo” para el yo que somos auténticamente. Nos postergamos para mañana, mientras le ofrecemos el primer lugar de nuestra vida a todo lo ajeno. Vivimos esperando a ser valientes para decidir ser quienes somos en realidad, mientras nos dejamos llevar hacía la “falsa felicidad” de ser lo que el resto espera de nosotros.




Cristina Peri Rossi, Estrategias del deseo

miércoles, 1 de enero de 2020

¿Quién?

https://www.todocuadros.es/pintores-famosos/rembrandt/

¿Quién?
 Si no puedo hablar de ti
no sé qué eres
 en lo profundo 
me huyo por no verte
y todas las palabras son fúnebres.
 Ellos dicen que eres alegre,
que das vida. que les entiendes.
Te observo desde 
dónde nadie más puede 
conozco tu punto débil. 
 Lloras 
cuando nadie mira 
quieres morir 
pero te vistes de sonrisa 
No es máscara ni armadura 
Vives el ahora tanto 
 tanto 
tanto 
que no hay rato para los por qués. 
 ¡Ay! He visto sonreír a tu sombra 
 de puro miedo 
esconderse en las esquinas 
por no querer 
mirar 
al amor. 
 No te voy a juzgar la cobardía 
ni el engaño que callas 
ni la mirada maldita. 
 Solo te pido que no salgas con prisas
Que me mires al espejo 
y me respondas.



Septiembre u octubre, 2019

Yo no soy esa,

  Artist: Brett Allen Johnson Yo no soy esa. Bueno, sí sigo siendo Pero sin ser. No sé si me explico; Soy y no soy Sigo y no sigo siendo es...