-Pero... ¿entonces?
Él no entendía que yo no lo necesitara como otras tantas le hubieran suplicado que se quedara.
-Entonces no quiero que me busques, ni llamadas, ni whatsapps.
-¿Pero a que viene todo esto?
-Al principio todo es dulce pero luego coge sabor a limón, a fruta caducada.
Los hombres, las mujeres, las personas no hemos nacido para manejar sentimientos, por eso los estampamos contra las personas a las que intentamos querer.
Dejamos de querernos a nosotros mismos. Olvidamos nuestras metas, nuestro sentido de vivir y hasta nuestra propia alma por complacer y hacer que nuestro mundo gire entorno a una mirada que no es más que una entre millones.
-No te entiendo...
-En el mundo pasan demasiadas cosas, en el universo suceden misterios que nunca llegaremos a descifrar. ¿Y que hace el humano? Se enamora de alguien e ignora todo.
No quiero eso para mí, quiero conocer, apreciar cada detalle, cada calle, el olor a café.
Quiero enamorarme una y otra vez pero de la vida, no de ti.
-
miércoles, 18 de marzo de 2015
sábado, 7 de marzo de 2015
La belleza de lo impredecible.
A lo largo de toda la historia del hombre se nos ha inculcado sobre ella que si queremos alcanzarla debemos seguir los cánones, mantener la forma, no salirnos de la linea.
Y de pronto, cualquier día, vemos un atardecer, gente sonriendo o una luz cálida apoderándose de una habitación y comprendemos que eso también es belleza y que esa jamás ha dejado de serla para ningún ser humano.
Sencillo o complejo, con forma o sin ella, la armonía de lo sublime puede encontrarse en cualquier lugar o
instante, expresada de una o de mil maneras tan
inimaginables como predecibles.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
🌟 Esto es para vosotros / This is for you 🌟
Art by: Maria Grejc 🌟Queridas personas que me leen: Antes que nada, gracias porque me alegra mucho verlos por aquí, leyendo lo que nunca i...

-
Todos tenemos una historia que no queremos que nadie conozca. Una de esas llena de actos que sabemos que no contaremos a nuestros descend...
-
Orcus, Garden of Bomarzo, Italy, 1950. Photo by Milton Gendel. Estoy feliz porque escogiste el camino difícil el más amargo, el menos tran...