-

-

domingo, 17 de junio de 2018

Desde la ansiedad que provoca no haber aprendido aún a decir BASTA.



Hace menos de 24h viví una situación tan real y frecuente como incómoda. Manos que tocan de más, manos que se colocan dónde no debieran estar, comentarios que descolocan, ausencia de respeto hacía la persona que se tiene delante, y la excusa del alcohol. Intimidación, acoso sexual, ¿os suena?
Y el hecho en sí, además de dejarme extraña y reacia al contacto con los otros, me ha revelado que esta sensación de incómodidad y rechazo que estoy experimentando a raíz de este suceso, no es nueva. Quiero decir que, inconscientemente la he estado sintiendo sin saber lo que era. Sin ponerle nombre, sin entender lo que el acoso sexual engloba. Y como consecuencia de esta ausencia de claridad, conocimiento y entendimiento, no he podido, durante todo este tiempo, denominar a una de las causas de mi ansiedad hasta ahora. Es decir, no he podido entenderme, y la frustración que ello conlleva. Lo primero que he hecho tras buscar la definición de "acoso sexual", es pensar por qué en ningún momento escuché hablar sobre esto en los entornos de la escuela o de la secundaria. Y me da la sensación de que esta decadencia en la información nos provoca como sociedad no sólo el no saber como actuar ante aquello cuya realidad desconocemos por falta de claridad de conceptos, sino, también, en el caso del acosador, no tener una consciencia real del daño que puede estar causando. Esto último, al tomarse esas maneras de actuar como una broma, o un comentario/suceso sin importancia. Sin embargo, las consecuencias son múltiples. Además, me atrevo a decir que este tipo de acoso se puede dar incluso en la pareja. Al menos, yo admito que lo he experimentado así cuando he sentido que han tocado mi cuerpo -nalgas, senos, caderas- o han comentado algo reiteradamente sobre este o el plano sexual en momentos en los que para mí no procedían. En algunos casos, tras hablarlo, que es lo que creo que se debe hacer cuando esto sucede, han mostrado cierta incomprensión. Si a este hecho de ausencia de información le sumamos ese otro que es el que vivimos en una sociedad patriarcal y que la mujer, en la mayoría de casos, se cría para complacer y estar calladita pues... imaginad. Una no sabe como actuar ante estas situaciones -hasta que la experiencia dice BASTA.- Pero, desgraciadamente, para que ese BASTA llegue, puede que se hayan permitido muchos consentimientos indeseados y las consecuencias emocionales que ello provoca. Y estos, aunque terminen por ser denominados de esta manera -consentimientos indeseados- no dejan de ser una herida que se clava en alguien que se es infiel a sí mismo por satisfacer la necesidad de otro. Infiel a sí mismo porque ocurre que algunas maneras de intimidación, como el piropo, están normalizadas. Infiel a sí mismo por carencia de asertividad.


Espero que esto sirva para algo, al menos para que cada uno se cuestione sus actitudes, o para que aquellos que se sientan intimidados en algún momento escuchen a su intuición y digan a tiempo BASTA. Admito que yo apenas estoy empezado a entender y a aprender acerca de ello. Os invito a reflexionarlo también.

Yo no soy esa,

  Artist: Brett Allen Johnson Yo no soy esa. Bueno, sí sigo siendo Pero sin ser. No sé si me explico; Soy y no soy Sigo y no sigo siendo es...