Still lives — une nuit ensoleillée by Myriam Wares
Aura le miró
con el Atlántico apunto de rebosar
de sus mundos manchados de pena
con la voz aún entre cortada
y sus labios rotos por el frío de dentro,
lo miró fijo por segundos
sintiendo eternidades de vidas pasadas
olvidadas en los vaivenes del destino.
Tímida, chiquitita
pero llena de un coraje
que rompe desvaríos
apenas perceptible el susurro, dijo:
🍃
Amor mío, solo te pido
que no te mientas
que no sigas por seguir
que si quieres de otro sitio
no vengas
vete
déjame libre
libre para quién sí quiera venir.
que no te mientas
que no sigas por seguir
que si quieres de otro sitio
no vengas
vete
déjame libre
libre para quién sí quiera venir.
{En un sepulcro hubo más ruido
más movimiento
más vida
que en los instantes siguientes}.
No dijo nada más.
Más tarde, en su diario de niña que
ha dejado de serlo
escribe:
¿Cuando aprenderé a que me duela
lo importante
más que eso a lo que llamamos "amor"?
Mi futuro, que es una nube gris
tras la que no alcanzo a ver
o el hambre de cariño
de las vecinas que viven solas
y llevan carritos de la compra
de la casa a la plaza
para no caer en el camino.
¿Cuándo, Aura? ¿Cuándo aprenderás
que lo importante eres tú, dar amor a la vida
y no cegarte por nadie más?
Siempre me digo que voy a centrarme en mí,
pero cuando apenas empiezo a confiar en eso y
dar los pasos...
aparece alguien,
alguien
otra vez.
Y me distraigo,
me dejo en un lugar que no recuerdo
y así pasa
que no me encuentro.
¿Dónde estoy?
Me digo cada vez que salgo de alguna de esas historias.
Llegan de pronto, suceden y cesan
sin aún entenderlas del todo.
Al poco viene otra y vuelve a repetirse el ciclo.
🍃
Suena Norah Jones mientras le llora al universo infinito que imagina en el techo de su habitación.
Aura
ahora
duerme.
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