Vía: https://www.pinterest.com |
Le reté a que me disparara las verdades
y lo hizo. Y yo lo hice con él.
Nos desangramos de pena.
Desde entonces nada volvió a ser
lo que hasta ese momento había sido.
Sabíamos que más temprano que tarde
nos rajaríamos las heridas, y de aquel allí
que era cualquier sitio
dónde estuviéramos los dos, juntos.
Ya no nos mirábamos igual.
Los besos sabían tan distintos.
Ni si quiera nos respetábamos
con la inocencia de aquel primer día.
Todo lo que antes eran posibilidades,
ahora parecían complicaciones.
Habíamos matado el amor que nos unía.
Y lloró. Y lloré. Y lloramos juntos su duelo,
por culpa del nuestro.
Sabíamos que todo aquello suponía el fin,
no por lo duramente sinceros que fuimos
sino por habernos dado cuenta
de que todo lo que nos quedaba
eran tristes comparaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario